El acto organizado por UPyD el pasado sábado y que tenía por título "El final de ETA. Vencedores y vencidos", planteaba en términos muy claros la similitud de las políticas que en esta materia tiene el gobierno del PP con el del PSOE.
Para alguien que, como yo, ha desarrollado la mayor parte de su vida política en el PP y toda esta última en el Pais Vasco, esa opinión le resulta triste. ¿El partido de Gregorio Ordonez, de Miguel Angel Blanco, de Jaime Mayor y de José María Aznar... está decretando un final del terrorismo donde no haya vencedores ni vencidos?
Si me hubieran formulado esta pregunta hace 10 años -o menos- habría contestado que no, que esa posibilidad era sencillamente imposible. Hoy debo contestar, con pesar y vergüenza que en efecto es así.
Todos los que nos hemos situado detrás de la barricada en defensa de la democracia atacada, que hemos visto limitadas nuestras libertades y las de nuestras familias, que hemos sufrido el desprecio de los que prefirieron mirar hacia otra parte a nuestro paso... somos muy conscientes de lo que costó que los grandes partidos políticos españoles se pusieran de acuerdo para poner fin, desde la ley, desde el Estado de Derecho, a la banda terrorista. Fue ardua la construcción pero fácil su demolición, podríamos decir ahora.
Y, sin ánimo de resultar exhaustivo, apuntaría aquí un par de "motivos" para este cambio de política:
1º ETA habría dejado de ser un problema. Incluso legalizado su brazo político y obtenidas por ellos las plazas fuertes principales que son la Diputación de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de San Sebastian, los terroristas se apoltronarán en sus sillones de responsables políticos sufragados por el dinero del contribuyente, escudados a todo evento por su tarjeta visa y colocando a sus gentes como asesores de todos los pagos y en todos los lugares, esas gentes tendrán mucho que perder y dejarán de pensar en la independencia y en la revolución (por cierto, que de lo segundo no ha existido en su vida nada más que una impostación; en cuanto a lo primero, ya veremos).
En consecuencia: dejémosles que se instalen, que nos dejarán de dar la lata.
2º Nos viene bien el pacto con el PNV, en Madrid y en el Pais Vasco. En el primero, porque nadie sabe hasta dónde se pueden llegar a torcer las cosas y cualquier pacto que siga la deriva de la desvertebración de España (que es la política que todos los presidentes del gobierno han seguido en nuestro país) antes que pactar un modelo de fortalecimiento del Estado y de la solidaridad interterritorial con UPyD. En Euskadi porque, pasada ya por lo visto la larga noche de la resistencia, habría llegado ya la época de tocar poder, como cualquier otro militante de ese partido en cualquier otra parte de España.
Un pacto con el PNV -no lo olvidemos - supondría hacer tabla rasa con quienes miraron hacia otro lado, con quienes obtuvieron réditos políticos de las bombas terroristas, con quienes recogieron las nueces.
¡Qué pena y qué vergüenza!
La corrupción en España abarca muchos sectores y en lo tocante al terrorismo más.
ResponderEliminarPor desgracia tenemos dos "grandes" partidos PPSOE que son totalmente inoperantes, que no tienen la intención de hacer lo que se debe hacer y se dedican a quedarse con los ciudadanos y a engañarlos.
Pero los ciudadanos no son tontos y lo están viendo.
Gracias por su comentario, Sake. Es verdad lo que dice. Esperemos que además se cumplan sus pronósticos.
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