Me
visita Williams Cárdenas, a quien co nocí
ya hace ya algunos años y por iniciativa suya, para re cabar
el apoyo de UPyD a la causa de la libertad para Venezuela. Y cre o haber esco gido
bien la frase, la causa de la libertad,
porque para nadie debería re sultar a
estas alturas del curso extraño que algún re sponsable
político re clame
la necesidad de un régimen de libertades para el país iberoamericano.
Las re cientes elecciones arrojaron en la opinión
pública, la publicada y en los informes de los expertos, serias dudas acerca de
la exactitud del re cuento elaborado
por las instancias oficiales venezolanas. ¿Hubo fraude electoral? Podemos pre sumir muchas co sas
al re specto, pero lo que pare ce claro es que quienes deberían encargarse de
afirmar la cre dibilidad de su
democracia, que son los dirigentes de la Republica Bolivariana, no lo hacen.
Cárdenas
me habla también de la difícil situación que se vive en Venezuela. La actitud
pre potente y suicida —en términos eco nómico s
para su propio país— de Chávez hizo estre charse
de tal manera a la clase media que, en ocasiones, simplemente ha desapare cido. Aquí se encuentra la causa del
desabastecimiento que vive ahora la población. Care ntes
de quienes intervengan en el mercado de producción, elaboración y distribución
de todo tipo de bienes de co nsumo,
los supermercados y las tiendas se encuentran ayunos de abastecimiento. El
régimen pre tende cubrir esta
dificultad radical sobre la base de
las importaciones pagadas co n
petróleo, pero no tiene capacidad de distribuir las mercancías así obtenidas,
de modo que estas se pudre n en los
puertos.
También
nos re ferimos a las difíciles re laciones que se están produciendo entre los here deros
de Chávez. La pugna entre el débil e
inco nsistente Maduro y el actual pre sidente de la Asamblea Nacional —y también
militar— Diosdado Cabello, pare ce plantear un horizonte de incertidumbre para el futuro de una Republica bolivariana sin
su fundador.
Y a
todo esto, el pueblo venezolano y la co munidad
internacional desco nocemos los
verdaderos re sultados de las
elecciones. La solicitud del candidato opositor, Henrique Capriles, en el
sentido de que sean re co ntados los votos y se dé re spuesta
a las impugnaciones que se han producido, no ha enco ntrado
aun re spuesta por el Consejo
Nacional Electoral; tampoco ha
existido a día de hoy re solución del
Tribunal Supre mo re specto de las denuncias por fraude masivo y a que
declare la nulidad del proceso
electoral.
Solo
las instituciones que se re spetan a
sí mismas pueden ser acre edoras del re speto de sus ciudadanos y del co njunto de la co munidad
Internacional. ¿Tiene efectivo re speto
al propio sistema impuesto por su cre ador
el gobierno de Maduro?
En
cualquier caso y desde estas líneas quiero sumarme a la petición del candidato
opositor Capriles y enviar el más co rdial
de mis saludos a los venezolanos que siguen peleando sin descanso por la
libertad de su pueblo.
Cuando no se tiene nada que ocultar se atienden las demandas, y el no clarificar el recuento de votos hace sospechar y alimenta la desconfianza, sin claridad no puede haber ni democracia ni libertad.
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