Intervención en la comparecencia del secretario de estado de Asuntos europeos, 18 de octubre de 2017
Sobre el próximo Consejo Europeo
A diferencia de lo que afirma el Gobierno, se celebra este Consejo de octubre en el marco de una situación no excesivamente lejana al pesimismo en lo relativo al futuro de Europa. Después de un tiempo en que las noticias eran buenas para el proyecto común de la Unión... en Holanda se vencía al populismo y en Francia renacía el proyecto de una refundación de la mano de Macron, el presidente Juncker nos presentaba un papel con diversos escenarios de futuro... pero lo que nos trae de nuevo este otoño parece ser el retorno de la realidad que se define en términos bastante distintos:
- El Brexit se encuentra estancado. Las divisiones en el Gobierno conservador británico, producto de la lucha por el poder entre los tories; una división política más o menos real o más bien una táctica para llevar las negociaciones al precipicio y así obtener un acuerdo in extremis, o las dos cosas a la vez. En todo caso, parece llevarnos por momentos a un Brexit duro, sin acuerdos, y en perjuicio de los ciudadanos, primero, y de las empresas después.
- Las elecciones alemanas no han salido del todo bien, tampoco. El castigo a la Gran Coalición y la entrada en el Parlamento de la AfD obligan a un difícil pacto que no augura precisamente una dinámica que fortalezca a la UE en los términos previstos por el presidente francés.
- Cerrado el plazo del acuerdo sobre integración de refugiados, las distorsiones entre los diversos países de la UE son absolutamente exageradas. Algunos se han negado a recibirlos, otros -caso de España- apenas han superado el triste porcentaje del 10%, en tanto que Alemania ha admitido a 1,000.000. ¿Dónde se encuentra una Europa igualitaria en su solidaridad?
- Y, por si fuera poco, ahora es España la generadora de problemas. Los actuales gobernantes de Cataluña no sólo han declarado un golpe de estado a las instituciones españolas, lo han hecho también respecto de las instituciones europeas. Como todos ustedes ya conocen, en el artículo 4.2 de su Tratado se garantiza el respeto de la UE a la integridad territorial de sus estados. Y como ha dicho el presidente de la Comisión, detrás del independentismo catalan estaría la atomización -la balcanización- de Europa, 90 estados negociando en la misma mesa. En definitiva, el punto y final del proyecto europeo.
- (Se supone que habrá algún debate al respecto, advertimos que hay algunos socios en la UE que no parecen demasiado bien informados. Me gustaría saber qué piensa y qué está haciendo el Gobierno al respecto).
- Habrá que añadir a las malas noticias el resultado de las elecciones en Austria, en la que el populismo xenófobo ha empatado con los socialdemócratas y amenaza con entrar en el Gobierno de ese país.
Y nuestro Gobierno se apunta al optimismo "moderado"
¿Dónde estamos? ¿Cuál es realmente el estado de salud de Europa?
El Consejo se ocupará de algunos aspectos que forman parte de las preocupaciones más importantes.
1º. El Brexit, respecto del cual conviene a nuestro juicio mantener unida la negociación en cuanto a los ejes básicos que viene defendiendo la Comisión y el Comisario Barnier: no se negocia por los estados miembros y sí por la Comisión. Y los elementos previos a acordar entre las partes deben ser los referentes a la ciudadanía, el cheque a pagar por el RU y las fronteras Irlanda - Ulster.
En cuanto al.cheque que deba satisfacer el RU, que es motivo principal según ya nos consta de los negociadores británicos, debo decir que no se trata de un castigo de la Unión a quien nos abandona, una especie de sanción que se nos ha ocurrido a los 27 para disuadir a los que deciden irse, es la cifra que contendrá los términos económicos de los compromisos asumidos por RU a lo largo de su permanecía en la UE.
2º. En cuanto a la emigración y a la política de refugiados se refiere, ya hemos manifestado nuestras discrepancias respecto de la nefasta gestión realizada por el gobierno español en materia de refugiados.
Pero, y como quiera que este debate lo tendremos con el SEAE en su día, en base a la petición de comparecencia que le hemos formulado el GS y el GCs, sólo señalaré los aspectos siguientes:
- Que la regulación de Dublin señalaba que el país en el que se presente la solicitud de asilo es responsable de la tramitación de la misma. Pero cuando Europa recibió a más de un millón de refugiados en sus fronteras, es el momento de innovar y apostar por la integración europea para encontrar las mejores soluciones.
- Creemos que todos los países tienen que hacerse responsables y ofrecer una respuesta coordinada y que agilice los trámites de acogida.
- Las instituciones europeas deben garantizar la aplicación de las mismas reglas en todos los Estados Miembros, y puedan -y deberían- recortar los fondos estructurales y de cohesión a aquellos estados que se nieguen a cambiar sus políticas migratorias. Los casos de Hungria y de Polonia deberían ponerse encima de la mesa, quizás no por España, precisamente, que dista mucho de honrar los compromisos en este ámbito.
- Se deben, además, agilizar todos los trámites de acogida y de devolución de quienes no puedan acogerse, según el derecho internacional, a la demanda de asilo.
3º. En lo que respecta a la política en seguridad y defensa, debería señalar lo que sigue:
En el Consejo, se aprobarán las conclusiones sobre cooperación estructurada permanente, que es el "marco" legal de la Unión de Defensa.
Lo más novedoso es la propuesta del fondo Europeo de Defensa, que se centra en investigación y desarrollo, en dos áreas: investigación propiamente dicha (prototipos, tecnología y estándares) y capacidades (adquisiciones públicas, desarrollo industrial, tecnología compartida). La comisión financia parte de los proyectos de investigación mediante Horizon 2020 y tiene preferencia en que sea una pyme la que gestione los proyectos. Pero habrá que advertir que existe un cierto riesgo de que países que no tienen industria de defensa pongan dificultades.
En términos más generales, desde el Parlamento están pujando por una Unión de Defensa con una Dirección General propia, con un presupuesto financiado por la UE y una autonomía operacional, que no estratégica, de los contingentes militares comunes (se está hablando de ahondar en una mentalidad y cultura de defensa común). El líder de los liberales en el PE, Guy Verhofstaat, en su discurso del estado de la Union, se refirió al "Ejército Europeo ". Debo decir que estamos lejos de ello, pero, en todo caso, nuestra posición es cuanta más integración mejor, entre otras cosas porque así se ahorrarán costes.
4º. Se debatirá también sobre Turquía.
Desde el fallido golpe de Estado en julio de 2016, más de 100.000 funcionarios han sido despedidos de sus puestos de trabajo sin el debido proceso, más de 50.000 personas, incluidos periodistas, abogados, defensores de derechos humanos y académicos, han sido encarceladas a la espera de juicio, 150.000 personas están siendo investigadas en un contexto de represión masiva de los derechos humanos y de las libertades. Más de 180 canales de televisión y radio, revistas y editoriales han sido cerradas, y miles de periodistas y otros trabajadores de medios de comunicación se han quedado sin empleo.
El estado de emergencia declarado el 20 de julio de 2016 ha sido renovado en cuatro ocasiones, permitiendo al Ejecutivo gobernar por decreto eludiendo el control parlamentario. Las draconianas restricciones a los derechos de los detenidos bajo estado de emergencia incluyen la limitación de las visitas de los abogados a una hora por semana bajo vigilancia, minando el derecho a un juicio justo. Algunas personas detenidas en aplicación de leyes antiterroristas no pueden recibir cartas de sus seres queridos y sólo pueden recibir visitas de familiares en primer grado, también limitadas a una hora por semana. Los recursos para pedir su liberación mientras esperan juicio son rechazados de forma rutinaria sin ninguna razón. Existen alegaciones de tortura y de malos tratos por parte de la policía o en prisión.
Añadiré también que tampoco resulta Irán un adalid en cuanto a su standard de cumplimiento en materia de DDHH.
5º. Fuera de agenda, se debatirá sobre las eventuales sanciones a los responsables de la catastrófica situación que está atravesando Venezuela. Contra los responsables, insisto, no contra el pueblo de Venezuela. Desde nuestro partido, desde el grupo ALDE en el PE, la política de imposición sanciones ha sido una constante para poner de manifiesto nuestra solidaridad con la democracia y los demócratas venezolanos y en exigencia de responsabilidades a quienes han conducido a su país a ese desastre humanitario y dictatorial. Quiero felicitarme porque la avanzadilla liberal esté tomando cuerpo definitivamente en la UE.
Las elecciones regionales, celebradas el pasado domingo, arrojan más de un elemento de duda respecto de la limpieza del proceso. La deriva en Venezuela va hacia la plena conculcación de las libertades democráticas, el aislamiento de la posición y la condena a todo un país a la escasez y la penuria económica. La UE debe hacer algo por evitarlo.
6º. Aunque no vaya en la agenda del Consejo, me gustaría referirme a la noticia que hemos conocido en el día de hoy del nuevo posible escollo en la aprobación del acuerdo Mercosur. Ayer mismo esta Comisión aprobaba a propuesta de mi grupo una PNL que ratifica el apoyo del Parlamento al acuerdo. Creo que España debería insistir en que no se bloquee otra vez. Debemos ser nosotros, nuestro Gobierno, quien lidere el Mercosur.
Porque el acuerdo Mercosur no es sólo un acuerdo económico y comercial más, un elemento político de primer orden, ya que cuando la primera economía del mundo se encierra sobre sí mismo Europa -España- debe avanzar y cerrar el primer acuerdo con éste grupo de países.
Termino ya.
España, el Gobierno y el Parlamento -seguramente a través de esta comisión- debería reflexionar sobre el auténtico estado de la Unión, pasar de un "optimismo moderado" que sólo nos conduce a la habitual ausencia de accion por parte del Gobierno, ausencia de accion del que se instala en la comodidad de los que piensan que vamos por el buen camino y que apenas si hay algo más que hacer, y pasar a un cierto pesimismo (el pesimismo no como la negación de la accion, sino como la condición que asumen los optimistas bien informados), una actitud que nos lleve al trabajo, desde la construcción de un proyecto sugestivo para España a integrar un proyecto de futuro europeo. Algo así como les ocurría a los intelectuales del '98, que llamaron a la regeneración de nuestro país.
Como nos lo demuestra el presidente Macron, no es posible fiar a la solución europea todas las insuficiencias de los Estados. Por lo tanto, si no somos capaces de crear una España sugestiva para todos los españoles no seremos capaces de crear esa Europa fuerte, unida, solidaria y capaz de afrontar su futuro.