miércoles, 19 de junio de 2013

Debatiendo sobre el Sahara (1)


El debate que todos los años organizan las universidades madrileñas en relación con el Sahara (mi intervención allí ya ha sido publicada en este blog) constituye una oportunidad para revisar el estado de la situación en la antigua colonia española.

Es la tercera ocasión que, representando a UPyD, acudo a estas jornadas. Por lo general, y como síntoma de lo que supone para los partidos mayoritarios españoles el asunto saharaui, cuando se encuentran en el gobierno no asisten y desde la oposición manifiestan su apoyo más o menos tibio a esa causa.

Pero no ocurrió así en esta oportunidad. Si el PP causaba ausencia el pasado año, este enviaba a una representante, la diputada Gema Conde, quien —nobleza obliga— tuvo que soportar las invectivas de un público absolutamente cercano a las posiciones que defienden la autodeterminación de ese pueblo.

Asistió también al acto un representante del PSOE, Jose Antonio Espejo, que hizo alguna consideración respecto de la cual tomé nota.
Haré algún comentario de esas intervenciones, pues después de descritas las posiciones de cada uno, no existió turno de réplica entre los partidos. No obstante, y por si alguno de mis rivales dialécticos entienden que sus posiciones no quedan adecuadamente explicadas en este comentario, ya saben que pueden aprovechar el espacio de este blog para seguir debatiendo.

Espejo dijo en su intervención que «la razón de gobierno se mezcla con la acción de partido». Se refería sin duda el representante socialista a que la célebre realpolitik en la acción de gobierno se contrapone muchas veces a las posiciones de ese partido cuando se encuentra en la oposición, y no es extraño que se aluda siempre a los intereses de España como excusa para modificar las convicciones que un día se tuvieron, aunque volveremos sobre este asunto más adelante.

Lo que sí resulta sorprendente es el término utilizado por Espejo, mezclar.  Es cierto que, en la política y en la calle, cada vez se habla peor; pero hay palabras que a veces se dicen para evitar pronunciar otras que no se querrían nunca afirmar.

Y no es lo mismo contradicción que mezcla y, más aún: la posición que sobre el conflicto saharaui ha tenido ese partido ha sido una contradicción más que flagrante respecto de lo que su Secretario General, Felipe González afirmara en los campamentos de Tinduf en plena transición a la democracia y que todavía resuena en los oídos de los refugiados.

«No se olviden de nuestra causa», me dijeron en nuestra visita a esos mismos campamentos, «como este mismo señor se olvidó cuando le llegó el momento de gobernar».

Trazó Espejo más adelante una tesis por la cual la situación del Sahara sería equivalente a la de Palestina. Y me parece conveniente referirme a ella. Según mi opinión —porque Espejo no fue más adelante en su desarrollo—, Israel sería representada en el caso al que nos referimos por Marruecos (que es la potencia que invade territorios saharauis, lo mismo que Israel realiza una política de asentamientos en zona palestina), las fronteras fijadas en 1967 entre Israel y Palestina corresponderían en el caso saharaui a las que tenia la antigua colonia española. Hasta aquí, las cosas parecen estar claras.

Pero mi pregunta sería: ¿No existen otros actores? ¿Qué papel desempeñan, por ejemplo, España y Francia y qué equivalentes tienen en el caso Palestino? Supongo que no el que tenia el Reino Unido en los tiempos previos a la Independencia israelí. ¿No es España la potencia administradora, jurídicamente hablando, de ese territorio? El paralelismo de Espejo resultaría así bastante tranquilizador para quienes, desde España, pretenden ocultar la cabeza dentro de tierra o mirar hacia otro lado.

resultaría interesante esa tesis —si el PSOE la desarrollara, desde luego— en cuanto a la reciente actitud de Palestina de acudir a la Asamblea de Naciones Unidas para pedir de estas el reconocimiento de su Estado. El caso saharaui se debate siempre en una especie de polémica entre Estado, RASD, y partido, Frente Polisario, donde el primero tendría algún recorrido mayor del que hasta ahora ha tenido.


Aunque, volviendo al discurso de Espejo, nadie debe esperar razonablemente que tenga ningún desarrollo.

2 comentarios:

  1. Felipe González en la oposición dijo unas cosas y cuando llegó al gobierno se olvido de lo prometido, parece algo común, no es lo mismo estar en la oposición que ver la realidad gobernando.
    Realidad bastante triste para el Sahara y para España.

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  2. Así es amigo Sake. El secreto de una manera diferente de hacer política consiste en cumplir los compromisos adquiridos.

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