Artículo publicado originalmente en diario16.com el 16 de enero de 2017
El Gobierno en funciones de Mariano Rajoy, y dentro de éste el Ministerio de Asuntos Exteriores dirigido por José Manuel García Margallo, resolvía el contrato con la empresa VFS, a la que España externalizaba gran parte de sus servicios consulares en materia de visados, concediendo desde el pasado mes de diciembre de 2016 dicho encargo a la entidad india BLS International Services.
Se sabe poco de las causas que han motivado esta decisión. Quizás solamente que el precio de adjudicación supondría un abaratamiento del servicio prestado.
Pero es esta cuestión, el servicio, la que nos debería preocupar fundamentalmente. No en vano, el coste correspondiente a las gestiones de la empresa -se llame VFS, BLS o de cualquier otra forma- se paga por sus usuarios, los peticionarios de los visados.
Para empezar a analizar la cuestión, algunos medios de comunicación han señalado que la entidad india, BLS, se encuentra bajo sospecha, investigada su sede central por un presunto delito de comercio ilegal de datos personales de los abonados de las redes telefónicas.
Resulta además indicativo de su situación, que la embajada de la India en Washington canceló sus servicios de externalización de visados a BLS y que -ya en el caso de su adjudicación por el Gobierno de España- se están produciendo notables deficiencias en la prestación del servicio por parte de la empresa. Por ejemplo, en África no hay cobertura en 11 de los 33 centros contratados y en muchos de los efectivamente abiertos se producen manifiestas irregularidades; en cuanto a Rusia y Turquía, no existen centros y el servicio no se presta siquiera en Ankara; tampoco existen centros en Oriente Medio; hay deficiencias en Londres y Edimburgo, en lo que se refiere a Europa; en Asia el incumplimiento ascendería al 40%, dado que en cuatro localizaciones se carece de centros; en Latinoamérica y el Caribe este nivel de incumplimiento ascendería al 80%. Otras cuestiones, como el precio cobrado por la empresa, además de otras circunstancias tampoco parecen corresponderse con los términos comprometidos en la oferta de BLS.
Se une a estas circunstancias, el hecho por el que en la adjudicación del contrato pesaron también las recomendaciones de la empresa INDRA, la cual ostentaba una subcontrata con la adjudicataria india para ejecutar la parte tecnológica del proyecto.
España está siendo observada por sus socios europeos que, de acuerdo con el espacio Schengen, saben que una mala actuación española del servicio de visados repercutiría sin lugar a dudas en los mismos. Y además de que el prestigio internacional de España se pueda resentir, la gestión de los visados tiene una enorme importancia en la industria turística de nuestro país.
Por esos motivos, he presentado una batería de preguntas al Ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis —que recuerdo que no ha sido responsable en la toma de la decisión que analizo— al objeto de que, por el momento se sirva aclarar una serie de asuntos. Como los que siguen: la evaluación de la gestión de la empresa concesionaria anterior, VFS; el incumplimiento inicial de la empresa actualmente adjudicataria, BLS; la información de centros y personal puestos a disposición de la administración consular española por la empresa; el conocimiento por parte del Ministerio del escándalo en el que se ha visto envuelto BLS: el nombre del responsable de la decisión de adjudicar el contrato a la empresa; si conoce el Ministerio que BLS no fue capaz de iniciar su actividad con normalidad, una vez que se le adjudicaba el servicio; la opinión de otros países Schengen respecto de esa decisión; si han primado los motivos económicos sobre los técnicos; si se ha observado una reducción en el número de visados; cómo pretenden resolver desde el Ministerio los problemas generados; si se va a cancelar el contrato con BLS y si -muy importante en términos democráticos- se va a producir alguna dimisión o cese de quien haya sido responsable.
El Ministro Dastis deberá hacer frente a esta papeleta que le ha dejado su antecesor.
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