Congreso de los Diputados. Toma de posición de Cs ante la PNL sobre la crisis institucional en Venezuela
No hay que añadir un excesivo dramatismo en el escenario que se desenvuelve a diario ante nuestros ojos en las redes sociales o en las pantallas de televisión. No es preciso, ya la situación es más que dramática. Es simplemente insostenible.
Y se trata de una situación que empeora día a día. Casi 40 muertos, pretensión de vaciamiento de las instituciones por el gobierno -de sustitución del Parlamento-, agresiones continuas al estado de derecho, 167 presos políticos, la apertura de un nuevo proceso constituyente que derrumbe todos los vestigios que aún quedaban de democracia en Venezuela...
Acabar con una Constitución que ni siquiera era la anterior al régimen chavista, que no era tampoco la de la oposición.
Para inaugurar un régimen basado en la dictadura pura y dura, la dictadura de los soviets, de una oligarquía política instalada en el saqueo de la única industria que le queda al país, la del petróleo.
Pero una nueva Constitución para evitar, sobre todo, la llamada a la voluntad popular, a las elecciones. Porque no se está dispuesto a reconocer su resultado, cuando éste les es adverso, como ha ocurrido después de las elecciones legislativas de 2015, .
En tanto que la inflación crece de una forma superlativa (del 550% en 2016 y prevista del 741%, por ahora, para el año en curso), no hay medicamentos, el desabastecimiento es un hecho generalizado, la gente se aprovisiona de comida en los basureros.
Pero los ciudadanos venezolanos ya han dicho que no están dispuestos a admitir que este estado de cosas continúe. Y han invadido, pacíficamente, las calles y las plazas de las ciudades para reclamar un cambio. Y lo hacen con la valentía de los desesperados, de quienes ya no tienen nada que perder. Lo hacen frente a la represión policial y a las balas de los servicios parapoliciales de Maduro.
Es la hora de rendir un homenaje publico a ese pueblo valiente, insobornable, resistente... que es el pueblo venezolano. Nuestro reconocimiento, el de los españoles, a través de su máxima representación parlamentaria. Lo que estamos haciendo esta tarde.
Está tarde tenemos entre nosotros a una representación de ese pueblo, en la que se encuentra Mitzy Capriles, la mujer de Ledezma, a quien tuve la oportunidad de visitar en Caracas, en arresto domiciliario. Sea bienvenida, ésta es también su casa.
Un homenaje al que todos; todos, repito, los diputados de esta Cámara deberíamos sumarnos. Incluido el grupo o los grupos parlamentarios que nunca se suman a las causas que son justas porque en realidad ellos no están, ni creo que estarán nunca, con la justicia ni con la libertad, sino con la represión y la negación de los DDHH. Amigos de Maduro y de la revolución bolivariana, la misma que por lo visto pretenden instaurar en España.
En cualquier caso, reciban o no la solidaridad de todos los grupos parlamentarios, serán los venezolanos, sin embargo, quienes recuperen la libertad a que tienen derecho.
Pero tenemos que decirles algo más, decirles que no están solos, que España, la Unión Europea no está dispuesta a permanecer impasible ante el gravísimo y diario deterioro que están sufriendo,
Decirles, por ejemplo, que no estamos dispuestos a mirar hacia otro lado. Que nunca miraremos hacia otro lado ante la vergüenza, la conculcación de los DDHH, la conducción de todo un pueblo hacia la deriva de la miseria. Nunca miraremos hacia otro lado.
¿Está dispuesta España, la Unión Europea, a que continúen los episodios de masacre de la población civil como los que está viviendo Venezuela? ¿Está España dispuesta a asistir indiferente a lo que está ocurriendo en un país hermano, ligado por la historia y la cultura a nuestro país, como es Venezuela?
Y lo digo con un ejemplo, que ya es un paradigma: ¿estamos dispuestos a aceptar impasibles que el régimen de Maduro mantenga incomunicado durante 35 días a Leopoldo López, sumiendo en la zozobra y en la angustia a su familia, a sus seguidores, al pueblo venezolano a los demócratas españoles y de todo el mundo?
Ante esta catástrofe en que ya se ha convertido Venezuela, España puede hacer dos cosas diferentes, opuestas: mirar hacia otro lado, afirmar que es posible un diálogo, que será utilizado por el régimen de Maduro sólo para ganar tiempo y consolidar su dictadura... O liderar una respuesta internacional en favor de la democracia, del retorno a las libertades en Venezuela.
Y para liderar está respuesta europea, internacional, hay que empezar por marcar distancias con ese régimen opresor, llamar a consultas al embajador de España -como se lo ha pedido Ciudadanos-, apelar a la Alta Representante, Federico Mogherini, y articular la más firme respuesta ante este desastre político, humano y social que están viviendo los venezolanos.
Ciudadanos votará está PNL del Partido Popular, pero exige y exigirá en todo momento que nuestra diplomacia y nuestro gobierno se adentren en el buen camino de cumplir con su obligación ética y política.
Desde el respeto a las libertades, desde los valores que compartimos, desde la dignidad, entendemos que no cabe otra respuesta.
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