Los medios de comunicación han dedicado grandes titulares respecto de la reciente visita del rey Mohamed VI de Marruecos al presidente de EE UU, Barack Obama, resaltando la supuesta consideración y apoyo que este habría concedido a la propuesta marroquí de ofrecer una autonomía al Sahara Occidental.
La cuestión me preocupó. En muchas ocasiones he afirmado que, en lo que se refiere a las señas de identidad de UPyD en materia internacional, la solución del contencioso del Sahara es incluso anterior a la creación de una genuina política internacional en nuestro partido. Poco después de la creación del mismo, asistimos Rosa Díez y otros militantes de la recientemente fundada organización a la manifestación anual que CEAS organiza todos los años en triste recuerdo de los Acuerdos de Madrid que perpetraban la vergüenza de una España que no supo muy bien cómo dejar de ser metrópoli de una forma ordenada y acorde al derecho internacional.
Toda vez celebrado nuestro primer congreso, en el que la bandera de la RASD se agitaba en las manos de nuestra portavoz, visitábamos los campamentos y, después, algunos de nosotros, también la zona liberada a Marruecos en Tifariti.
En aquella ocasión, Rosa firmaba un acuerdo de colaboración con el partido amigo -el Frente Polisario- que, a decir del alto representante de la RASD, -el presidente de su Parlamento- en el segundo congreso de UPyD, es el único acuerdo que liga al partido saharaui con cualquier partido político.
Hemos presentado iniciativas parlamentarias en las distintas instituciones en las que estamos presentes -Congreso, Parlamento Europeo, parlamentos autonómicos e, incluso, ayuntamientos- y, en suma, estamos en la causa saharaui con una intención no exclusiva ni excluyente: querríamos que esa fuera una causa compartida con todo el arco parlamentario español, sin limitación ni excusa.
Sirvan estas notas para significar nuestro compromiso respecto del Sahara Occidental y de su futuro en libertad, que ha sido recientemente subrayado en nuestro segundo congreso, cuando este adoptaba una resolución por la cual UPyD considera un Sahara independiente como una decisión favorable a los intereses de España; paso que constituye un salto cualitativo en una posición que hasta ahora sólo planteaba como exigible el cumplimiento de las resoluciones de NNUU para la autodeterminación de la antigua colonia española, de la que todavía nuestro país sigue siendo potencia administradora.
Por eso, mi entrevista con Bucharaya Beyun, el delegado del Polisario en España, era una exigencia de primer orden. Si el presidente Obama echara por tierra las justas reivindicaciones saharauis, el futuro de su causa tendría un soporte menor y de no poca importancia.
Pero Bucharaya me ha tranquilizado. La referencia en el comunicado final, por la que EE UU sigue confiando en “una solución justa, duradera y acordada al problema del Sáhara Occidental en el marco de las Naciones Unidas y los esfuerzos realizados en este sentido, por el Sr. Christopher Ross, enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas", unida al interés y la preocupación de los EE UU por el asunto de los derechos humanos en el Sahara Occidental refleja su profunda inquietud por las violaciones cometidas contra la población saharaui desde hace más de 38 años de ocupación marroquí; una cuestión que exige la imperiosa necesidad de extender las competencias de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental, MINURSO, para que abarque la protección de los derechos humanos en el Sahara Occidental y la supervisión y presentación de informes al respecto.
Una reflexión que hago desde este blog, que espero anime a quienes siguen con interés la causa saharaui. Si bien, no quiero dejar de advertir que la propaganda marroquí continúa siendo eficaz más allá de sus fronteras en presentar lo que no constituyen victorias -incluso siendo derrotas- como triunfos. Todo hay que decirlo.