i reunión del lunes con Severo Moto y con Armengol Engonga, del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, me volvía a acercar a la situación de la antigua colonia española. Ellos me hacen un análisis de la situación de su país:Teodoro Obiang no puede imponer la sucesión de su hijo Teodorín a la presidencia de esa pequeña República. Algunos de sus más próximos empiezan a escaparse de Guinea ¡con contenedores de divisas repletos de dinero! (lo curioso, me cuentan, es que los dirigentes atesoran montones de billetes en sus casas, y que en ocasiones hasta se enmohecen debido a la climatología tropical). Los opositores siguen queriendo retornar, pero aún no tienen seguridad personal en cuanto a que no se tomen medidas en su contra. La mesa del diálogo promovida por Obiang se encuentra coja sin la presencia de su partido y tienen porqué creer que el dictador pretende comprar su voluntad y así descafeinar su postura. Están concentrando su labor de oposición en mover la voluntad diplomática de Francia, de donde acaban de regresar. Yo les ofrezco mi apoyo para plantear sus legítimas pretensiones en el Parlamento Europeo,
El martes tengo una entrevista radiofónica en Intereconomia. Durante más de una hora y cuarto analizo junto a otros dos contertulios la situación política de nuestro país, incluyendo la caída vertiginosa del bipartidismo, la irrupción del populismo —una cuestión que está generalizándose en toda Europa— y la necesidad de articular una respuesta desde el espacio de regeneración democrática profundamente respetuoso con las instituciones, un espacio que UPyD y C’s deberíamos haber representado de manera unitaria. Hablamos de mis dificultades en el partido, de la actitud de la dirección de UPyD, del PSOE y la destitución de Tomás Gómez, de Podemos, de Siriza y de política europea e internacional. Quedan pocos asuntos fuera del análisis.
A la salida de la radio me encuentro con ese batallador de mil y una contiendas que es mi amigo José Luis Jiménez, que me dice que quiere hablar conmigo en algún momento de esta semana. Como se trata de una semana de circunscripción —le digo— haremos un hueco.
Después de eso, me he citado con el Embajador de Serbia, que está realizando una larga serie de contactos con parlamentarios europeos, miembros de la comisión AFET —exteriores. Serbia celebra dos días consecutivos de fiesta, con lo cual el primer representante diplomático de su país y la primera consejera de la embajada nos reciben a mi asistente Adrián Vázquez y a mí en una embajada sin más componentes. La preocupación de los diplomáticos serbios consiste en comentar una propuesta de resolución del diputado McAllister sobre su país. Ellos nos plantean sus reticencias respecto de la propuesta, algunas de ellas relativas a la presunta necesidad de reconocimiento de Kosovo —que España y UPyD no entendemos como acertada— y otras cuestiones que se refieren a determinados aspectos de su régimen de libertades, que debería perfeccionarse según la propuesta parlamentaria. Yo le planteo diversas cuestiones, en especial la relación que mantiene Serbia con Rusia y la situación que hace referencia a la libertad de prensa. A la primera de mis observaciones, el embajador me dice que ellos no creen en la eficacia de las sanciones —no han seguido las de la UE respecto de Rusia. Respecto de la segunda —la libertad en los medios— le entrego un correo que he recibido de un propietario de un medio de comunicación serbio que se queja de las dificultades que tienen para afrontar su trabajo. El embajador me dice que conoce a ese empresario «En Serbia somos muy pocos», asegura.
El almuerzo me reúne con mi amigo bilbaíno y antiguo militante de UPyD —¡cada vez son más los que reciben esa denominación!—, Pepe García-Albi, con quien comento la actual situación económica y política de España. Su obsesión: el sector privado de la economía española decrece por momentos y su contribución al sostenimiento del sector público y de pensionistas y parados aumenta porcentualmente.
A continuación mantengo una reunión de análisis de la situación de la asociación Unidad Ciudadana Europea. Hemos celebrado ya tres actos de presentación —Valencia, Granada y Murcia— con gran afluencia de público y una razonable presencia en medios. La demanda por una unión en la tercera vía es general en todos los lugares que visitamos. Sin embargo, constatamos que esa unidad se está haciendo desde la base, que el goteo de bajas en UPyD y simultáneas altas en C’s no para. En este sentido, he recibido muchos relatos de antiguos compañeros de UPyD que me expresan sus propias experiencias.
El miércoles soy entrevistado en el programa Europa Abierta de Radio Nacional, con motivo de conocer la iniciativa de la asociación UCE. Las preguntas vuelven a referirse a la unidad en el espacio que yo defino como liberal, de centro, progresista y social que compartimos C’s y UPyD. En Europa —afirmo— trabajamos juntos con toda normalidad y eficacia, hemos parado incluso algunas iniciativas que podrían haber ofrecido argumentos a los nacionalistas catalanes. Javier Nart habla desde su móvil —in extremis, por lo visto había olvidado la cita— y define a Tremosa como un «ectoplasma», porque ni está ni se le espera. A veces, las expresiones de Nart se parecen a las impagables de ese protagonista de las Aventuras de Tintín que es el capitán Haddock, cuyas sutiles interjecciones aún me hacen reír.
El almuerzo de ese día me reúne con un buen amigo, protector de la cultura. Un miembro de la más rancia nobleza castellana, aunque inusual por su vida y comportamiento. Íntimo amigo delPremio Nobel Mario Vargas Llosa, mi interlocutor está muy interesado por mi opinión respecto de la situación política. Planteado mi diagnóstico —que ya conocen sobradamente mis lectores— coincide con él.
Después asisto a una reunión con miembros de la corriente «La Ciudadanía Primero», recientemente creada en el seno de UPyD. Tarea difícil y, sin embargo, encomiable, la de regenerar una organización que literalmente se está quedando en chasis.
El jueves me reúno con una valiosa colaboradora externa de UPyD (cuyo nombre, como el de otros, entrego al anonimato). También ella se muestra de acuerdo con mi diagnóstico —apenas tengo discrepancias— y se muestra dispuesta a colaborar con UCE desde un nuevo proyecto asociativo que va a presentar próximamente.
José Luis Jiménez, el periodista amigo de la Inter, me espera en el restaurante donde comeré con Alejo Vidal-Quadras y otros asistentes a un seminario organizado por la Fundación Concordia. Paco Sosa Wagner espera a los comensales y me aborda pidiéndome noticias de las dos casas que abandonó: Parlamento Europeo y UPyD.
Apenas saciada su curiosidad, hablo con José Luis. Me comenta que quiere mi ayuda para presentar en Europa una asociación de periodistas y hombres de la cultura en apoyo al vino español. Le prometo que le pondré en contacto con el intergrupo parlamentario correspondiente.
Paso después al almuerzo, en el que me encuentro, además de con Alejo, Paco y Enrique Calvet, con José Luis González Quirós, a quien su excesivo peso —más de 50 de los que tiene ahora— le llevó a operarse de la rodilla. El debate en la comida nos lleva a los argumentos de siempre: caída del bipartidismo, auge del populismo y necesidad de articular una tercera vía. Una buena parte de la mesa considera que Podemos reducirá su participación electoral a considerable distancia de PP y PSOE. Yo manifiesto que el partido de Pablo Iglesias está en segunda posición, justo detrás del PP.
En un hotel próximo se celebra el seminario que lleva por titulo, «La reforma constitucional: ¿complicación o remedio?»
Francisco Sosa Wagner, ponente del encuentro, plantea las siguientes reflexiones:
La reforma constitucional es deseable, pero es imposible. El modelo del 78 está agotado. Pero faltan en España los elementos de concordia necesarios para hacerla. Sólo cuando un pueblo crea una unidad política, una nación, es posible que haya el principio constitucional. Las fracturas sociales y emotivas que vive la sociedad española hacen imposible esa reforma: la fractura territorial, no todos creemos en un Estado, falta la lealtad constitucional, las partes deberían aceptar el todo, hay partidos políticos que son rigurosamente desleales con el conjunto de España; carecemos también de la identificación emotiva producto de la división entre monárquicos y republicanos, se refiere a Podemos en su manifestación del 31E. Y hay otras fracturas.
Si fuera posible la reforma habría que modificar la distribución del sistema de competencias de las CCAA. Lo haría siguiendo el criterio de la Constitución alemana, en el proceso que culminó en 2006. Hay competencias exclusivas del Estado y otras atribuidas a los länder. Puede existir legislación concurrente, los länder pueden legislar, pero no si el Estado legisla, que lo hace sí se atenta contra la igualdad de los ciudadanos.
Redefiniría el derecho de prevalencia del derecho del Estado sobre el de las CCAA. El derecho de la federación prevalece sobre el derecho de los federados, habría que modificar el 149.3 de la Constitución.
Haría un nuevo Senado. El Senado es necesario para el debate de los asuntos territoriales. Pero no está pensado para eso. También apuesta por el modelo alemán. El Bundesrat no lo eligen los ciudadanos, sino los gobiernos en una proporción de 3 a 6 en función de la población. Todos ellos están vinculados por un voto unitario. Ahora el Senado alemán tiene menos competencias que antes. A causa de que los länder fueron perdiendo competencias por la legislación europea. Sería la forma en que un órgano como este haría menos daño.
Disminución del número de CCAA. Hollande ha reducido las regiones francesas al número de 12. Unidades territoriales que no sean inferiores a los 6m de habitantes. Se debería crear una comisión al estilo de las reales comisiones británicas compuesta por geógrafos y economistas, no juristas ni historiadores.
Pero no pudiendo hacerlo haría otras cosas:
Cumplir y hacer cumplir las reglas de la estabilidad presupuestaria a las CCAA. Estas reciben sus fondos del Estado.
Reforma de la función pública. Que debería funcionar de acuerdo al principio de mérito y capacidad, un principio revolucionario. En España rige el principio contrario, libres designaciones, excentricidades, sinecuras, entrevistas conductuales estructuradas. Dirección política de las instituciones, cinturón de funcionarios inamovibles y cuyos sueldos no dependan de los políticos que les impidan cometer fechorías. Modelo de la UE.
Sacar fuera de Madrid algunos órganos constitucionales. A ciudades sin AVE, sin avión y sin obispo. El TC, por ejemplo.
Buscar un nuevo sistema para elegir algunos órganos. Sustitución del sistema de elección de los magistrados por el sistema de sorteo. Art. 159 CE lo permite. Cuando salen vuelven a sus puestos de origen.
Un TC que interpretara bien las cosas, facilitaría el proceso.
El viernes, antes de salir a Bilbao para la presentación de UCE, una militante de UPyD crítica, me aborda por la calle para decirme que está muy desilusionada con este partido y que piensa en pasar a C’s. ¡Una más!
ACTO DE UCE EN BILBAO
Y nos vamos a Bilbao, donde nos acoge la competencia de una pertinaz lluvia y de una representación operística. Apenas dejo la maleta en el hotel, recibo la llamada de Javier Nart, que tiene la idea de comprar una boina en el Casco Viejo. Cuando llego a la tienda, situada en la calle Victor, Nart compone con su chapela la viva imagen de un irredento guerrillero. Después de pagar me dice que ha comprado también un juego de vasos típicos del chiquiteo bilbaíno —gruesos vidrios y escasa superficie para alojar el líquido. Me acompaña a cambiar la pila del reloj y allí advierte el anuncio de una recuperada marca de cerveza, La Salve, durante la cena. Santiago González nos informa que esa zona de Bilbao se denomina así porque ese recodo de la ría era el último lugar en que se podía ver la basílica de Begoña antes de hacerse a la mar y que la tripulación del barco rezaba entonces una salve a la amatxu de Begoña, Nart me cuenta que ha estado en Las Arenas, en su colegio de Gaztelueta… recordando sus viejos tiempos,
Regresamos al hotel, donde Nart y yo pasamos a la rueda de prensa a la que asisten Euskal Telebista, Europa Press, Efe, Vascopress y Gara. Un fotógrafo de El Correo nos hará fotos. En este caso con Paco Sosa, que ya ha llegado a Bilbao, desafiando junto con Mercedes Fuertes, su mujer, la intensa lluvia que cae sobre el norte de España.
En la antesala de la reunión van apareciendo amigos que nos saludan. El ambiente es bueno, pero siempre te asalta la duda de sí conseguirás llenar en tu plaza, venciendo a los elementos. Pero cuando llegamos a la sala, esta se encuentra abarrotada.
Presenta el acto Rodolfo Láiz, uno de tantos fundadores de UPyD, que dejó la organización. Una vez introducido, me da la palabra. Empiezo diciendo que ese acto tiene mucho que ver con la morcilla de León, y cuento que cuando Paco Sosa me dijo que iba a dejar el escaño a raíz del cese provocado por la dirección de UPyD como jefe de su delegación en el Parlamento Europeo, me encontraba en la comisión AFET, a escasos metros de Javier Nart. Una vez que le comuniqué esta noticia, me dijo que se iba a León a convencer a Sosa de que no lo hiciera. De modo que yo consideré que debería acompañarle. Durante aquel trayecto, y de manera gradual, iba siendo yo consciente de que el objeto del viaje era muy otro: Javier había telefoneado a Paco y le había conminado a que en la cena se le sirviera ¡la famosa morcilla de León! Pasado el tiempo y llegado el de este acto, las primeras palabras de Nart al saludar al profesor se referían a la morcilla que debería haber traído consigo, esta vez sin éxito. Y que, ya que no era posible, era seguro que nos desquitaríamos de esa situación volviendo a Madrid en la mañana del sábado, a nuestro paso por Burgos.
Bromas aparte, me refiero a UCE como producto del artículo de Sosa en agosto del pasado año en que solicitaba una aproximación entre los dos partidos y de nuestra colaboración parlamentaria. Insisto en los extremos que todos mis lectores ya conocen. Manifiesto mi agradecimiento a la asistencia en Bilbao, la localidad que me vio nacer y donde he vivido mucho tiempo, donde se fundará UPyD y la asistencia de dos personas también vinculadas a Bilbao y a la tercera vía, Sosa y Nart.
Después de Nart —que no desmiente mi relato de las morcillas— interviene Sosa, quien hace el relato, como siempre elegante, de su desencuentro con UPyD. Y una especial mención al Consejo Político de este partido, celebrado en septiembre de 2014, en el que se le sometió a más de 40 intervenciones descalificatorias. Algunos componentes de ese órgano se dirigieron a la portavoz del partido pidiéndole que cesara en aquella carnicería —afirmaba Sosa. Pero ella no estaba dispuesta a que cesara.
Después del coloquio, moderado por Nicolás De Miguel —actual coordinador de C’s en el norte de España y antiguo componente del grupo internacional de UPyD que yo coordinaba— pasamos a tomar un vino español, en el que entre otros, me encuentro con un responsable de Vox, que me pregunta si esta asociación es exclusiva para las gentes de UPyD y C’s. Le digo que está abierta.
La cena nos une a los tres ponentes, a Mercedes y al periodista Santiago González. Un encuentro grato en el que, entre otras muchas cosas, nos referimos a los errores que está cometiendo la dirección de UPyD, notablemente por debajo de su probada inteligencia política. ¿Nos encontramos ahora otra vez ante la bandera roja que cayó de un camión y que el Chaplin de Tiempos Modernos enarbolara justo antes de que una manifestación le siguiera? ¿Pero con otro protagonista que no sea UPyD? nos preguntamos.
Nuestro regreso a Madrid, en la cafetería de una gasolinera burgalesa, Nart da cuenta de una buena ración de… ¡morcilla! ¿O es que tenían ustedes alguna duda?