No siempre son momentos necesariamente dulces en absoluto los que confirman tus suposiciones. En especial ese despertar madrugador —como todos los lunes— de la mañana del 23 de marzo cuando eres consciente de que el proyecto que ayudabas a crear hace 7 años y medio ha concluido a manos de los errores de otros. No es grato. Han pasado muchos cientos de militantes a quienes se les quebró la sonrisa de su generosidad convertida en la mueca del desencanto; muchos de los actuales simpatizantes que ven cómo sus esfuerzos se inmolan en el altar de los tiempos perdidos. No es lo que deseaba, pero no tengo más remedio que decirlo. Y cuando escribo desde el avión que me lleva a Bruselas mi artículo «El hundimiento» para el blog de El Español, intuyo que no a todo el mundo le va a gustar, pero nadie deberá criticarme por decir lo que pienso. Sin embargo lo hacen —algunos. Critican a la persona, no a los argumentos. Quizás porque lo que les faltan son eso, argumentos.
Será una semana repleta de entrevistas en tanto que otros ofrecen sus piruetas circenses para acercarse a la realidad de las cosas y, con ella, aproximar la revalidación de sus escaños a los nuevos tiempos. No importa lo que dijeran antes o lo que callaran. Son adaptables y serán capaces de no reconocer que se equivocaron, porque ellos no se equivocan nunca, sólo mudan su vestuario.
En el coche que nos lleva al Parlamento, hablo con Ramón Jáuregui acerca de nuestra conversación en Estrasburgo sobre Cuba y me promete que me enviará un documento pactado con el presidente de AFET, Elmar Brok, al respecto.
Repaso mi agenda de la semana con mis asistentes y almorzamos juntos para ofrecer continuidad a los acontecimientos del fin de semana.
Después me voy con mi asistente Valentina Cefalu a la reunión preparatoria de ALDE de la Comisión CULT. En ella repasamos las diferentes enmiendas que cada uno de nosotros va a presentar a los informes que se están debatiendo.
A continuación asisto a la Comisión CULT, en la que intervengo en el informe preparado por Ernest Maragall sobre «Empowering girls through education».
Mis palabras son las siguientes:
«La educación es un instrumento fundamental para fortalecer el poder de las mujeres, mejorar su estatus económico y social y promover el cambio hacia una sociedad más igualitaria. Factores como la pobreza, las normas sociales o los estereotipos de género influyen negativamente sobre los resultados educativos y como consecuencia en el mundo laboral.
En la UE, existen más hombres que mujeres con estudios en campos científicos y tecnológicos, campos que, a su vez, suelen estar mejor pagados y ofrecen mayores beneficios laborales. La mayoría de las mujeres trabajan en sectores sociales de poca influencia, caracterizados por salarios bajos. Además, no siempre son capaces de integrarse adecuadamente en los mercados, debido a responsabilidades familiares, lo que además influye en su nivel de ingresos e independencia económica. Hoy en día, una mujer puede tener un buen trabajo, lo que es más difícil es que el desarrollo de su carrera profesional no se vea interrumpido por obligaciones familiares. Por ello, es necesario facilitar a las mujeres una formación profesional continua y flexible, a nivel educativo.
A través de este informe, luchamos contra los estereotipos y las barreras sociológicas que la sociedad impone a las mujeres. Necesitamos invertir en una educación que amplíe las expectativas y ambiciones de las niñas y les proporcione mayor confianza. Tenemos que invertir en la promoción de la igualdad de género y en la enseñanza de la educación y salud sexual en los colegios para acabar con comportamientos sexistas que siguen existiendo en nuestra sociedad. “Una niña, un maestro, un libro y una pluma pueden cambiar el mundo”. Estas palabras son de Malala Yousafzai, Premio Nobel de la Paz, expresadas en su discurso ante la Asamblea de la Juventud de la ONU. El desafío de hoy es que estas palabras se hagan realidad para las niñas y mujeres en todos los países de Europa y del mundo».
Ceno con mis asistentes en un restaurante italiano.
La mañana del martes empieza con los votos en la Comisión CULT, cosa que hago después de atender a un medio de la prensa.
Una vez concluida esta, tomo un café con Rosario Galofre, policy advisor de ALDE en CULT, con la que comento algunas incidencias de la política española y de ALDE.
Vuelvo a mi despacho, donde me reúno con Ana Terrón, de la Unión por el Mediterráneo. Quedo en visitarles en Barcelona tan pronto que tenga una oportunidad.
Me voy después al despacho del diputado Walesa, con quien hablo de diversas cuestiones que hacen referencia a Cuba, el debate parlamentario de abril y la propuesta de resolución para después del verano. Le digo que, tan pronto como la recibamos, le haré llegar la propuesta de Jáuregui a que he hecho referencia al comienzo de esta crónica.
Regreso a mi despacho, donde me reúno con dos representantes de UNICEF, con quienes abordo el informe de Maragall que se está discutiendo en la Comisión CULT, del que ya he reproducido mi speech de la tarde de ayer.
Antes de comer atiendo a un periodista de El País y después almuerzo con mis asistentes.
Después acudo a la conferencia que nos ofrece un antiguo comandante de MINURSO en el marco del Intergrupo del Sahara.
Contesto en mi despacho a unas jóvenes un cuestionario sobre las relaciones entre Turquía y la UE.
Junto con Javier Nart y Enrique Calvet, intervengo en el programa de televisión, «El Punt Avui Via Europa».
La cena de esa noche me reúne con Nart y Girauta.
Después de atender a otro medio de prensa (en realidad, no menciono todas las entrevistas que me hacen, sólo las que recuerdo), asisto al grupo ALDE.
Se produce en él un debate sobre el Sahara. Analizamos aspectos del informe OLAF. Ayudas y debate general, posición ALDE sobre el Sahara que promoveré en el seno del WG B.
Alasania (liberal georgiano) está invitado para hablar en el grupo. Se refiere a la posición mayoritaria de su país en favor de la integración en la UE y en la OTAN. Nos explica las reformas democráticas: el poder judicial, el papel de la fiscalía… La sociedad georgiana ha madurado, dice. Las elecciones de 2016 estarán centradas en los valores que hagan posible una democracia real. Apoyan a las instituciones de seguridad europeas. Acuerdo de libre comercio, una oportunidad. El sistema de autorización de visados debe avanzar. Quieren actuar como europeos.
En su turno de respuesta, Alasania nos invita a que visitemos su país. Los liberales en Armenia y Azerbaiyán, tienen buenas relaciones. Son relaciones estratégicas. Fuerza impulsora de sus aspiraciones. Una alternativa diferente de Rusia. Amenazas reales, pero tienen relación con altos funcionarios armenios que les dicen que no se emplearán las armas contra Georgia. Georgia ha cometido muchos errores. Abjasios y osetios deben comprender que su papel es clave. La UE debe apoyar su desarrollo. Turquía tiene un papel muy importante. Está claro que no hay una solución militar. Ucrania es la repetición de Georgia en 2008. Cree en las relaciones entre Rusia y Georgia, pero cuando cambie su generación de líderes. Los conflictos los crean los rusos para establecer respuestas de seguridad. 10 años después de esto ya no estará Putin y hay que trabajar, hacer reformas… Y estar preparados para ese momento. OTAN. Entrarán. Turquía es un aliado especial. Todo va muy rápido. Que no vuelva a ocurrir el conflicto de Navorno-Karabaj, reforma del sistema judicial.
Después de comer con mis asistentes, acudo a una reunión preparatoria de AFET por los diputados de ALDE en la que debatimos las enmiendas que Javier Nart ha redactado respecto de un informe sobre Rusia. La presencia de Ivo Vajgl y la mía equilibra el criterio de Petras Austrevicius, más belicoso respecto de ese país.
Asisto al minipleno y a su primer debate, para saber si el asunto de Túnez se va o no a abordar esa tarde. Así será, en un minidebate, también, en el que sólo intervendré yo en nombre de ALDE.
Como ese debate se celebrara más tarde, me da tiempo aún de acudir a mi despacho para recibir a Patricia Betancourt, de Veneuropa.
Vuelvo al pleno para votar y me quedo en él para asistir al debate sobre Túnez.
Las palabras que pronuncio son las siguientes:
«Tal y como auguré en el debate sobre la situación en Libia, celebrado en la anterior sesión plenaria, la descomposición de este país ya ha alcanzado a Túnez. Quisiera recordarles que la Alta Representante declaró en ese mismo debate que la situación en Libia y el Norte de África es una prioridad de la UE, junto con Ucrania. Sin embargo, esta igualdad de prioridades no parece reflejarse ni en términos económicos ni en términos políticos. En concreto, 2/3 de los fondos del instrumento europeo de vecindad son destinados a la región Este de Europa, con una población de algo más de 12 millones de habitantes, mientras que a la región Sur, con una población de 22 millones, no se le presta la misma atención. Eso pone en evidencia el desequilibrio de prioridades. Pero la situación en la parte meridional de la Unión es extrema. Es necesario revisar con carácter urgente la política europea de vecindad para que garantice, de manera equilibrada, el compromiso permanente y profundo de la UE con sus socios orientales y meridionales. En el caso concreto de Túnez, el atentado terrorista de la semana pasada, además de pretender descarrilar su incipiente democracia, ha buscado perjudicar su sector productivo más importante, el turismo. No podemos olvidar que Túnez es el único país árabe donde la transición democrática ha sido genuina. En ningún otro país de la zona hay un gobierno islamista que haya ganado y perdido el poder en elecciones libres. No hay ningún otro Estado de la orilla sur del Mediterráneo, la frontera sur de la UE que no sea hoy una autocracia religiosa o militar, excepto Túnez. Y el EI, que estamos lejos de derrotar, está llamando a su puerta. Debemos, por lo tanto, salir al encuentro de esta situación. Debemos ayudar a Túnez con todos los medios de que dispongamos e iniciar un plan integral de apoyo que incluya préstamos, inversiones y ayuda de seguridad durante los próximos años. No podemos permitirnos ni un solo foco más de tensión e inestabilidad en la frontera sur de Europa. No podemos permitirnos perder a Túnez».
En su contestación, la Alta Representante dice que los datos son exactamente inversos a lo que yo he afirmado. En realidad, 2/3 para el Sur, 1/3 para el Este. Hago un comunicado en los siguientes términos:
«Para precisar los términos del debate del pasado miércoles sobre Túnez, en presencia de la Alta Representante Federica Mogherini, cuando pedí que la política de vecindad de la Unión Europea debería estar equilibrada y prestar la misma atención, tanto en términos económicos como términos políticos, a la frontera Sur y a la frontera Este de la Unión, me refería a los siguientes datos: La Unión Europea destina, dentro de su programa de Vecindad, 906 € millones a los 6 países que componen nuestra frontera en el Este, con una población combinada de 12.55 millones de habitantes. Respecto a la frontera sur, el mismo programa destina 824 € millones a los 10 países que conformar la frontera sur, con una población combinada de 21.73 millones de habitantes. Esto significa que destinamos una media de 72,19 € por habitante de los fondos de vecindad a los países del Este, y 37,91€ por habitante a los países del Sur, confirmando una diferencia de 2/3 entre una región y la otra. Ante los últimos acontecimientos y la latente balcanización de Libia, que amenaza con desestabilizar toda la región, insisto en la necesidad de que la UE priorice o, al menos, iguale el apoyo que se destina a los países de nuestras fronteras en el Sur y en el Este».
Lo tardío de la hora me impide acudir a la cena del Bureau de ALDE. Como quiera que se va a debatir en ella —entre otras cosas— el resultado de las recientes elecciones andaluzas, y en previsión de esta inasistencia, hago llegar a Guy Verhofstaat la siguiente nota:
«Unfortunately, I won’t be able to attend to the bureau dinner tonight because I will take part in the debate about Tunisia, but I don’t want to lose the opportunity to exchange my views about the past Andalusian elections with you. The Spanish political map is being redrawn by two main factors: the fall of political bipartisanship – which starts to be considered as part of old politics- and the rise of two new parties: Ciudadanos and Podemos. Andalusian electorate is quite conservative in their attitudes and it is highly conditioned by the State financial aid, which – in my opinion – have led to the socialist party (PSOE) to obtain better electoral results than those they will have in other regional elections. In my point of view, the four-party system now open will be more balanced in future elections, taking into account the progress of Ciudadanos and Podemos. Furthermore, the conservative party (PP) has lost half of their votes. Concretely, statistics say that from each five votes, three goes to Ciudadanos, one to Podemos and the other is an absent vote. The political decisions of this party are increasing the space in the centre of the political map which is where Ciudadanos enters. On the other side, the political party UPyD -given the decision of its leader, Rosa Diez, not to accept a union pact with Ciudadanos- didn’t reach the 2% of the popular vote and is now disappearing as a political option for the Spanish future».
La mañana del jueves, puedo leer el papel que finalmente nos ha llegado del despacho de Ramón Jáuregui, que podría servir de base para una resolución sobre Cuba. Dice lo siguiente:
«El presidente de la delegación del PE recomendó a los países miembros de la UE y a las instituciones comunitarias ‘que continúen la negociación del Acuerdo bilateral de Diálogo Político y de Cooperación entre Cuba y la UE iniciada en abril de 2014, dedicando particular atención a la participación de la sociedad civil y a la inclusión de las cláusulas habituales en esta clase de acuerdos’. También saludó la próxima visita oficial a La Habana de la Alta Representante y Vicepresidente Federica Mogherini y consideró que las tres rondas negociadoras llevadas a cabo hasta el momento ‘constituyen manifestaciones concretas de apoyo a la normalización de las relaciones’. Además espera que el futuro acuerdo ‘contribuya a mejorar las condiciones de vida y sociales de las personas, reafirmando la importancia de trabajar de forma sistemática en la promoción de los valores de democracia y DDHH, incluidas la libertad de expresión, de asociación y de reunión’.
‘El eurodiputado (Ramón Jáuregui), en nombre de la opinión mayoritaria de la delegación del PE se congratula del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y los EEUU de América anunciado el pasado día 17 de diciembre de 2014, ‘lo que constituye un acontecimiento histórico y largamente esperado tras más de 50 años’. Expresa su deseo de que los EEUU de América y Cuba avancen en la profundización de las relaciones políticas, económicas, comerciales, sociales y culturales y apliquen sin reservas los principios, normas y costumbres internacionales que regulan las relaciones diplomáticas entre Estados y garantizan la convivencia pacífica dentro de la comunidad internacional’.
‘Además, considera imprescindible restaurar el clima de confianza, amistad y colaboración que debe regir entre Estados vecinos y entre los diversos países de la Asociación Estratégica Birregional y sus socios políticos y comerciales y solicita el levantamiento del embargo norteamericano contra Cuba y las leyes de efecto extraterritorial tal y como ha sido reclamado repetidamente por la Asamblea General de las Naciones Unidas, como parte del proceso».
Este comunicado —que no llegaría a ver la luz— no me parece suficiente como punto de partida, de modo que trabajaremos en el seno de ALDE por redactar un documento más ambicioso y exigente.
Queda pendiente una entrevista con Ana Rosa Quintana, sumida como está en la información de la catástrofe del avión que se hacía trizas en los Alpes franceses, y me tomo un café con el vicepresidente de S&D, Enrique Guerrero, con quien converso sobre su reciente viaje a Japón y sobre la situación política nacional.
El viernes tengo la oportunidad de organizar la visita a la Fundación Antonio Maura del ilustre periodista Pedro Jota Ramírez, ahora impulsor del diario digital «El Español». Con la misma cabecera, mi bisabuelo impulsó la publicación de un periódico afín a su línea a finales del siglo XIX. A diferencia de mi entrevista con él el pasado 5 de enero, observo que el periodista está más documentado ahora acerca de la biografía de don Antonio, a quien ya considera un «estadista».
El sábado se produce el debatido Consejo Político de UPyD. A la conclusión del mismo hago las siguientes declaraciones:
«Ha sido un Consejo Político clarificador. Un órgano hecho a la medida de la portavoz de UPyD, le ha puesto en dificultades, pero —como era previsible— no ha conseguido derrotarla.Rosa Díez se ha refugiado en los estatutos para resistir y ha renunciado a la grandeza de pasar a la historia de la política española como la combatiente que ha sido contra el terrorismo y la impulsora de un proyecto de regeneración democrática.
En cuanto a los “nuevos” críticos, me habría gustado oír sus voces cuando la portavoz de UPyD orquestó una campaña de linchamiento contra Paco Sosa por decir lo que ahora ellos dicen, cuando organizó un paripé de conversaciones con C’s o cuando desarrolló una campaña patética en las andaluzas.
Parece que se han despertado el 23 de marzo modificando sus convicciones con la misma rapidez con que la catástrofe electoral reducía sus perspectivas de renovar sus escaños. La oferta de Rosa Díez, hecha para ganar “in extremis” la votación, de un Congreso Extraordinario, ya no tiene utilidad práctica. En todo caso, el proyecto de UPyD está agotado y las siglas que ahora lo representan son las de C’s».
El domingo por la noche asisto a un debate en el programa de Carlos Cuesta en TV13 «La Marimorena». Entrevistan también a Esperanza Aguirre con quien me encuentro a su salida del plató. Conozco a Esperanza desde el año 85, de las reuniones del Partido Liberal. Ella se expresa desde una cierta pose de distancia aristocrática.
Luego llega el debate. Para Mikel Buesa -que interviene-, UPyD y C’s no confluyen en el mismo espacio político. «Son dos partidos distintos», argumenta. Cuando se apagan las luces me despido de él diciéndole: «Me ha extrañado que estés de acuerdo con Rosa Díez».
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