martes, 7 de abril de 2015

«UPyD es un partido que vende regeneración democrática y fulmina a sus críticos» (El Correo, 7 de abril)

ALBA CÁRCAMO
  • Fernando Maura, uno de los dos eurodiputados suspendidos por Rosa Díez, reprocha la falta de medidas en su formación tras el «catastrófico» resultado en Andalucía
La decisión cautelar de UPyD de suspender de militancia a dos de sus cuatro eurodiputados, además de suponer una brecha más en la maltrecha salud interna –y externa– del partido, es algo «insólito». Así lo ve Fernando Maura, uno de los dos sancionados, quien asegura que todavía no ha recibido «ninguna comunicación» por parte de la dirección magenta, que hizo pública la medida el viernes. Hasta que no le trasladen «las acusaciones», el político bilbaíno no tomará una decisión sobre su futuro, aunque no duda a la hora de lanzar críticas al devenir de la formación que dirige Rosa Díez durante los últimos meses.
Desde el primer momento deja claro que «suspender de militancia a un eurodiputado es algo que no se ha producido en la historia de la democracia de España». Pero también tira de hemeroteca y recuerda a su ‘jefa’ que «cuando era ella eurodiputada hizo críticas, seguramente justas, a Zapatero y no recibió ninguna sanción por parte del PSOE», partido en el que militó hasta 2007.
UPyD, que amagó ya hace unas semanas con ejercer alguna medida contra los críticos, seguirá adelante con el proceso disciplinario y acusa a Enrique Calvet y a Maura de tomar parte en «reiteradas actuaciones de desprestigio del partido» y de negarse a «acatar las normas internas» tanto de la agrupación como de la delegación de Unión, Progreso y Democracia en Europa, presidida por Maite Pagazaurtundua desde que la dirección se cobrara a finales del pasado año la cabeza del anterior ‘jefe’ en Bruselas, Francisco Sosa Wagner.
Para el europarlamentario, la forma en la que se relegó a su compañero por escribir en verano una carta pidiendo un acercamiento a Ciudadanos y tildando de «autoritaria» a la dirección fue «un error de Rosa Díez», quien «no ha hecho más que cometer más desde entonces». «El resto –él y Calvet apoyaron a Sosa Wagner– nos hemos limitado a denunciar eso», afirma. – ¿Esperaba usted esta decisión? La cúpula del partido ya les había trasladado algún aviso. – Directamente nadie me había dicho nada. En redes sociales, personas cercanas al ‘núcleo duro’ habían mencionado algo, pero así como con Sosa Wagner hubo una descalificación por parte de estas personas, en nuestro caso no había llegado a esto. Sabíamos que molestaba lo que decíamos por informaciones indirectas. Pero nada más. – A menos de dos meses de las elecciones municipales y autonómicas, ¿es el mejor momento para una nueva crisis? – Se está poniendo en evidencia al partido y, después de los resultados catastróficos en Andalucía, donde no llegamos a un 2% de los votos, decisiones como estas no parece que sean lo más adecuado. Nadie ha dimitido después de las elecciones, solo quienes criticaban la gestión de la dirección del partido.
«El 98% del programa»
En ese sentido, la apertura del proceso disciplinario tiene para el político bilbaíno una lectura de golpe sobre la mesa. Una forma de Díez de reafirmar su autoridad y dejar claro que, fuera de su línea, no hay cabida. «Es un aviso a navegantes. Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar», ejemplifica el europarlamentario antes de censurar que el suyo «es un partido que vende regeneración democrática y fulmina a sus críticos».
Además, Maura considera que los duros reproches por su cercanía al partido de Albert Rivera están fuera de lugar, después de que el ‘número 2’ de UPyD, Andrés Herzog, llegara a decir que «efectivamente tenemos dos eurodiputados que están trabajando para otra fuerza política». «Estamos en el mismo grupo parlamentario y coincido en muchas comisiones y grupos de trabajo con otros eurodiputados», explicó el dirigente bilbaíno.
Pero, además, argumentó que «un estudio elaborado en Bruselas sobre el cumplimiento del programa de los partidos señala que mi voto en diferentes iniciativas está relacionado en un 98% con nuestro programa electoral», por lo que destierra la idea de que haga política para otros. Maura aprovecha también para aconsejar al partido que repiense su estrategia. Con la incertidumbre como telón de fondo –«no se sabe si Toni Cantó va a hacer campaña por Valencia o qué va a pasar con Prendes en Asturias»–, pone sobre la mesa las encuestas. «Nos dejan en Valencia, en la ciudad y en la comunidad autónoma, sin representación. Tampoco la obtendremos en Madrid, que era un punto fuerte de UPyD», lamenta.

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